Con 121 hectáreas sembradas de flor de cempasúchil, tres hectáreas más que en 2017, los productores de esta flor ya se encuentran listos para abastecer el mercado que solicita docenas, tallos, gruesas y manojos de flores para llevar a sus difuntos y adornar sus tradicionales ofrendas.
Con una producción total de 186 mil manojos, la también llamada flor de muertos generará una derrama de 5.6 millones de pesos y aunque ésta acapara la atención y llena de color las ofrendas y los panteones de la entidad, el total de flor que se produce en esta temporada generará una derrama de mil 83.2 millones de pesos.
El crisantemo amarillo y blanco es la flor que rebasa la producción del cempasúchil con 744 hectáreas sembradas y con un volumen de producción de 36.9 millones de docenas, con una derrama económica de 553.5 millones de pesos estimada para esta temporada.
El crisantemo, seguido de la rosa, la gladiola, el clavel y la nube, está por encima de la producción de cempasúchil, flor que se encuentra a mitad de la tabla de valores, mientras que por debajo de esta flor que “guía a los muertos” se encuentran el alhelí y el terciopelo, cuya superficie sembrada en su conjunto suman un total de 3 mil 547 hectáreas de flores naranjas, blancas, amarillas, moradas, rojo y vino que brindan durante el mes de octubre los paisajes más coloridos del año en el Estado de México.
“Ninguna ofrenda mexiquense se quedará sin flores en esta temporada de muertos”, expresó el titular de la Secretaría de Desarrollo Agropecuario (Sedagro), Darío Zacarías Capuchino al hablar sobre la producción de flor de temporada de este año.