En algún momento de tu vida seguro escuchaste alguna de esas ‘frases matonas’ que las madres sacan de la chistera, cada tanto para hacerte sentir tan miserable que desees nunca haber nacido.
Bueno, tal vez lo anterior fue exagerado, pero lo que es indudable es que pareciera que estas frases se transmiten de generación en generación lo mismo para regañar, motivar, recomendar o hacerte sentir el ser más vil sobre el planeta.
“Te doy tres para que te sientes”, “Te voy a regalar con el señor del costal” o “Esta casa no es hotel” apuesto que las escuchaste en boca de tu mamá al menos una vez en tu vida. Y también sabías que cuando iban expresadas con cierta entonación, el apocalipsis estaba muy cerca.
Y qué me dices de aquella: “cuando tengan hijos se van a acordar de mí”, sin duda, la más socorrida para chantajearte por cualquier cosa que hubieras hecho, faltando a sus parámetros de lo que ella consideraba ‘lo correcto’.
En fin, cada uno de nosotros podríamos quitar o poner un ciento más de frases típicas, pero lo único cierto es que las ‘jefitas’, siempre buscan lo mejor para sus hijos y por ello merecen ser celebradas y consentidas no sólo el 10 de mayo, sino en todo momento.
Por cierto, no sean ‘malasangre’ y le vayan a regalar una plancha o una olla exprés, mochense por lo menos con un spa o una joyita de esas con hartos brillantes, ¿a poco no lo valen?