El 11 de agosto de 2011 fue capturado por la entonces Procuraduría General de Justicia del Estado de México (PGJEM) ahora Fiscalía mexiquense, un personaje sanguinario dentro del mundo del narcotráfico, su nombre Óscar Oswaldo García Montoya alias “El Compayito”.
Este personaje lideraba una de las organizaciones criminales más llamativa de los últimos años, La Mano con Ojos que se convirtió en un dolor de cabeza para la entidad mexiquenses.
Pues bien, como lo narra El Universal el nueve de febrero de 2011 se suscitó una balacera en calles del municipio de Atizapán de Zaragoza que alarmó a los vecinos.
Al día siguiente, la PGJEM informó la detención de cuatro involucrados y el deceso de tres personas.
El entonces procurador estatal Alfredo Castillo Cervantes explicó que el hecho se trató de un enfrentamiento entre células de narcomenudistas, una de ellas: “La Mano con Ojos”, escisión de los Beltrán Leyva que buscaba “alinear” a los distribuidores de droga de la zona.
A partir de ese momento y por una serie de sucesos que destacaron por la violencia “espectacular”, “La Mano con Ojos” fue considerado como uno “dolor de cabeza”, por parte del autoridades mexiquenses.
La dependencia concentró sus esfuerzos en lograr su detención: creó un grupo élite llamado G60, cuyo trabajo resultó fundamental para que la madrugada del 11 de agosto Óscar Oswaldo García Montoya fuera capturado en la delegación Tlalpan, de la Ciudad de México.
García Montoya, se adjudicó la autoría de 600 homicidios. En un video difundido por la procuraduría, el líder de “La Mano con Ojos” detalló algunos de sus crímenes, e incluso confesó que pensaba asesinar al procurador.
“Te hubiera matado, te hubiera encontrado y hecho pedazos”, le dice durante la narración en el video.
En el video le pregunta por qué te pusiste la mano, a lo que García Montoya contesta “la mano es porque todo lo veo, todo lo escucho”.
Prosigue: “Es una distracción, yo era el Compayito y uno en este tipo de organizaciones tiene que tener un concepto, tiene que tener una fundación, tiene que tener un nombre para reforzar e intimidar, llamar la atención más que nada”.
Después de dar estas declaraciones García Montoya fue trasladado al penal del Antiplano donde se encuentra actualmente.
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