El Estado de México fue tierra de grandes civilizaciones antes de la llegada de los españoles.
En junio de1983, hubo un hallazgo arqueológico en Tenayuca, municipio de Tlalnepantla, el cual fue llamado como de ‘época’ o ‘sensacional’ por los medios de aquellos años.
Al realizarse la introducción del drenaje en la escuela “Justo Sierra” de esta comunidad, fueron descubiertas unas ruinas prehispánicas que resultaron ser nada menos que habitaciones de casas pertenecientes a la ciudad capital del imperio chichimeca, fundado por Xólotl hace ocho siglos.
De inmediato, fue informado el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) quien mando a un grupo de antropólogos, encabezado por la delegada del INAH en el Estado de México, Silvia Gutiérrez Vera.
Todos ellos dieron comienzo a los trabajos de exploración y encontraron que no se trataba de un simple hallazgo de piezas sueltas, como ocurre en muchos casos, sino de importantes e inequívocos vestigios de una antigua ciudad sepultada bajo el suelo de Tenayuca.