En hábitats donde existen ajolotes (Ambystoma mexicanum) el agua tiene un alto grado de pureza e incluso, puede ser usada para consumo humano, lo cual prueba las capacidades biológicas de esta especie, que contribuye a mantener la calidad de este recurso, afirmó la investigadora de la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEMex), Gratia Deii Flores Salgado.
La experta puntualizó que como parte de un trabajo de investigación, se han replicado las condiciones ambientales del anfibio en laboratorios, con la finalidad de garantizar su reproducción, protección y conservación, mediante la inserción a su hábitat original.
Además de poder adaptarse al entorno en el que habita, dijo, el ajolote tiene la capacidad biológica de regenerar y recuperar algunas partes de su cuerpo; incluso, estudios recientes realizados en Europa apuntan a que también, en caso de algún daño, es capaz de restablecer sus conexiones neuronales y sistema nervioso.
La integrante del Centro de Investigación en Ciencias Biológicas Aplicadas (CICBA) de la máxima casa de estudios mexiquense detalló que el trabajo que lleva a cabo se divide en tres ámbitos fundamentales.
“La etnobiología, que permite conocer los aspectos culturales y creencias sociales con respecto al ajolote; la conservación in-situ, para la protección de la especie, y la caracterización del hábitat, mediante al cual se analiza el lugar donde habitan, para conocer si existen particularidades en el agua o la vegetación”.
Gratia Deii Flores Salgado abundó que otro de los hallazgos científicos sobre el Ambystoma mexicanum es que nunca alcanzan características de anfibios adultos, ya que tienen la capacidad de retener los mismos rasgos físicos.
Para el análisis de este anfibio, que en la entidad se encuentra en la cuenca alta del río Lerma, el CICBA cuenta con instalaciones con el equipamiento necesario para registrar su comportamiento, por ejemplo, durante el cortejo, y conocer a detalle su reproducción, así como evitar cualquier tipo de infección que los afecte.