El Centro Escolar Topampa, perteneciente al sistema DIF municipal, se especializa en la atención de niños con Trastorno del Espectro Autista (TEA), con la intención de lograr su inclusión a la sociedad.
Con 18 años de existencia, el centro brinda cuidados a 30 niños con dicha condición, atendiendo las áreas de socialización, comunicación, motricidad, aspectos académicos y de la vida diaria.
“Nuestra visión del autismo es siempre de inclusión, el trastorno es permanente pero si contribuimos a que los chicos se puedan incluir en diferentes grupos, con sus características muy personales”, declaró en entrevista Martha Irma Mateos Hernández, coordinadora y psicóloga del centro.
Durante el Día Mundial de Concienciación sobre el Autismo, que se celebró este dos de abril, la coordinadora explicó que el TEA se caracteriza porque las personas que lo padecen tienen problemas graves para socializar. El área de la comunicación también se ve afectada pues muchos de ellos no hablan o lo hacen de manera ecolálica, es decir, repiten las cosas.
Otro rasgo es la presencia de movimientos estereotipados, que los repiten constantemente, además suelen prestarle atención prolongada a cierto objeto específico. La inflexibilidad es una característica menos frecuente, con ella les cuesta trabajo cambiar de una actividad a otra.
“Estos aspectos que están afectados no quiere decir que no nos comprendan, la gran mayoría tienen una comprensión de varios aspectos de la cotidianidad”, dijo la psicóloga.
Explicó que cada niño presenta un grado de autismo diferente por lo que la atención es personalizada; los terapeutas pueden trabajar en grupo o individualmente, utilizando herramientas como imágenes para estimular a los alumnos.
“Damos un trato amable donde respetemos las diferencias que presentan ellos, les hacemos propuestas de trabajo y tratemos de incluirlos en ellas, como actividades cotidianas”, comentó Mateos Hernández.
El centro cuenta con un taller de panadería destinado a los jóvenes con autismo y con discapacidad intelectual para enseñarles que pueden integrarse laboralmente. De igual manera algunos niños logran ingresar al sistema educativo normal gracias a las terapias que reciben.
“Cuando mi nena llegó a Centro Escolar Topampa en el 2010 terminó mi viacrucis de la búsqueda por un centro integral, donde pudieran brindar a mi pequeña las terapias que necesita para su mejoría. Si bien el autismo es incurable, sin duda en este lugar ha avanzado muchísimo”, declaró Martha Rodríguez, madre de una niña con autismo.
Contó que las condiciones de una familia que tiene un miembro con autismo son difíciles, pues en los servicios médicos de gobierno carecen de personal capacitado para diagnosticar el trastorno.
“También cuando crecen nos encontramos que no hay mucha atención para brindarles, ni talleres prelaborales, ni empresas que los contraten por lo que esto se traduce en discriminación generalizada hacia la población con esta condición”, dijo Rodríguez.
Para realizar la detección tempranamente, la unidad de rehabilitación del Dif Atizapán, cuenta con personal especialista que valora y en su caso transfiere a los niños al centro escolar.
