El filósofo alemán Immanuel Kant alguna vez dijo: “Podemos juzgar el corazón de una persona por la forma en que trata a los animales”.
Mahatma Gandhi señaló al respecto que “la grandeza de una nación y su progreso moral pueden ser juzgados según la forma en que tratan a sus animales”.
Durante los últimos años la condena al maltrato animal ha permeado en la sociedad, sobre todo a través de redes sociales donde diferentes colectivos fomentan la adopción de perros y gatos, y ejercen un fuerte activismo y condena contra cualquier forma de tortura cometida contra los animales.
Un caso que se volvió viral hace un año es el de Smurf (que significa Pitufo), un pequeño gatito gris que fue torturado, teñido de color violeta y usado como juguete para morder de perros.
Smurf fue rescatado cuando estaba herido y muy asustado; la Nine Lives Foundation dio a conocer este caso de maltrato animal que causó gran indignación.
Afortunadamente, Smurf fue rescatado a tiempo; a través de Nine Lives recibió atención médica a sus heridas, fue sometido a cirugía y rasuraron su pelaje que fue teñido.
En el refugio de Nive Lives, Smurf conoció a Wanda, una gatita ciega que fue abandonada en un bote de basura; desde el primer momento, ambos cachorros se hicieron inseparables.
Al paso de los meses, Smurf se recuperó de sus heridas, volvió a crecer su pelaje y junto con Wanda fue adoptado por una amorosa familia quien a través de redes sociales mantiene informados a los seguidores de cómo va la vida de esta pareja de mininos.
En los últimos meses Smurf se transformó en un hermoso gato, grande, con un largo y sedoso pelaje gris. Al verlo tan feliz y bello resulta difícil imaginar que es el mismo gatito asustado que fue rescatado en 2016.
Te compartimos en nuestra galería varias imágenes sobre la evaluación de Smurf y Wanda.
