La Secretaría de Salud del Estado de México, a través de la Comisión para la Protección contra Riesgos Sanitarios en la entidad (Coprisem), recolectó 100 toneladas de medicamentos caducos durante 2018, principalmente antiinflamatorios, analgésicos, gastrointestinales, antibióticos y relacionados con problemas cardíacos.
El Estado de México se consolida como segundo lugar a nivel nacional en la recolección de medicinas que han llegado al final de su vida útil, sólo después de la Ciudad de México.
Gracias a dichas medidas, se evita que estos fármacos puedan llegar al mercado ilegal y además, la dependencia exhorta a la población a no guardar este tipo de productos por tiempo prolongado y, sobre todo, a evitar la automedicación.
En la entidad se tienen instalados 881 contenedores especiales para la recolección de medicamentos caducos, mismos que están colocados tanto en farmacias como hospitales, clínicas, tiendas de autoservicio y oficinas de las Jurisdicciones de Regulación Sanitaria.
En estos espacios se pueden depositar medicinas que hayan sobrado luego de terminar un tratamiento, cajas y envases vacíos o con restos, los cuales posteriormente son destruidos con apoyo del Sistema Nacional de Gestión de Residuos de Envases y Medicamentos (SINGREM), con lo que también se elimina el riesgo de que lleguen a tiraderos de basura.