Hace unos minutos se registró un sismo este 19 de septiembre, el cual se sintió en la Ciudad de México y Estado de México.
A través de las redes sociales, el Sismológico Nacional escribió “Magnitud: 7.7. Región epicentral: 63 km al SUR de COALCOMAN, MICH. Fecha y hora: 2022-09-19 13:05:09 (tiempo del centro de México). Epicentro (latitud y longitud): 18.22°, -103.29° Profundidad: 15 km”.
El gobernador del Estado de México, Alfredo del Mazo Maza informó que se activaron los protocolos de seguridad en la entidad mexiquense tras el sismo de hace unos minutos.
En tanto, la Jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum destacó que no se reportan daños y que cinco cóndores de la Secretaría de Seguridad Ciudadana de la ciudad continúan sobrevolando la capital.
Lo que debes de un sismo 19 de septiembre 2022
Te compartimos información del Sismológico Nacional y del Centro Nacional de Prevención de Desastres (Cenapred) que se explica qué son los sismos, cómo se originan los temblores, cómo se mide su intensidad, qué son las ondas sísmicas, entre otros aspectos.
1. ¿Qué es un sismo?
Un sismo es un rompimiento repentino de las rocas en el interior de la Tierra. Esta liberación repentina de energía se propaga en forma de ondas que provocan el movimiento del terreno.
2. ¿Cómo se mide la intensidad de un sismo?
Lo primero que debes saber al respecto que los sismos YA NO se miden en grados Richter, ni en grados. Lo correcto es decir solo magnitud 7.2.
La magnitud de un temblor está relacionada con la energía liberada en forma de ondas sísmicas que se propagan a través del suelo. Para calcular esta energía y determinar la magnitud de un temblor se realizan cálculos matemáticos basados en los registros obtenidos por los sismógrafos de diferentes estaciones. En estos registros o sismogramas se mide la amplitud máxima de la ondas y la distancia a la que se encuentra la estación del epicentro. Estos valores son introducidos a una fórmula, obteniendo así la magnitud.
Sobre la medición de la magnitud de un temblor, explica el SSN:
Existen diferentes formas de medir la magnitud, esto quiere decir que existen diversas fórmulas matemáticas para calcularla. De hecho, actualmente ya no se usa la escala de Richter original, la cual es algo antigua y en su momento se hizo para ser utilizada con un tipo de sismómetro que ya no se usa y en otra región geográfica diferente a México.
Las magnitudes que usamos ahora son: La magnitud de coda Mc, la magnitud de energía Me, la magnitud de momento sísmico Mw, entre otras. Cada una de estas formas de calcular la magnitud tiene sus ventajas y sus limitaciones. Algunas son más rápidas de calcular pero menos precisas, otras son más precisas pero su cálculo necesita más tiempo; unas son más confiables para sismos pequeños, otras para sismos grandes. Esta es una de las razones por la cual, para algunos sismos, la magnitud preliminar -la primera que se reporta- a veces se cambia un tiempo después, cuando ya se pudieron realizar cálculos más precisos.
3. Tipos de sismos: ¿oscilatorios y trepidatorios?
Otro de los mitos frecuentes que aún permea en la población es sobre si un temblor es oscilatorio o trepidatorio. En realidad, es ambos.
Un sismo contiene ambos tipos de movimiento en todo momento. Las ondas sísmicas se propagan en todas direcciones, provocando el movimiento del suelo tanto en forma horizontal como vertical. En los lugares cercanos al epicentro, la componente vertical del movimiento es mayor que las horizontales y se dice que el movimiento es trepidatorio. Sin embargo, al ir viajando, las componentes de las ondas sísmicas se atenuan y al llegar a un suelo blando, como el de la Ciudad de México, las componentes horizontales se amplifican y se dice que el movimiento es oscilatorio.
4. ¿Se pueden predecir los sismos?
No, no y no. Hasta hoy, no existe una técnica que permita predecir los sismos. Existen mecanismos de alertamiento (como lo es la alerta sísmica) que avisan con segundos de anticipación, pero no hay forma de saber cuándo va a temblar.
Ni los países como Estados Unidos y Japón cuya tecnología es muy avanzada, han sido capaces de desarrollar una técnica predictiva de temblores.
Dado que vivimos en un país con gran actividad sísmica la única certeza que tenemos es que tiembla constantemente y que debemos estar preparados. Ante cualquier evento sísmico lo único que nos puede ayudar es la prevención.
5. Si los sismos no se pueden predecir, por qué se dice que habrá un gran terremoto en Guerrero
Efectivamente, los sismos NO se pueden predecir. Lo que sabemos gracias al estudio que realizan los especialistas a partir de la actividad sísmica histórica, es que hay zonas en México que tienen potencial de generar sismos grandes.
En Guerrero se tiene algo que se conoce una brecha sísmica donde no ha habido sismos grandes, de magnitudes arriba de 7, en poco más de 100 años, lo que indica que es una zona que ha estado acumulando energía, la que se tiene que liberar a través de un sismo.
6. ¿Septiembre es el mes de los sismos?
No. El hecho de que algunos de los terremotos que más recordamos hayan ocurrido en septiembre no implica que este mes sea en el que más tiembla.
Las catástrofes no siempre han sido en septiembre, esa es una percepción equivocada.
En junio de 1932 hubo un sismo de 8.2 grados Richter y el 15 de enero de 1931, hubo uno en Oaxaca.
Es decir, los sismos están distribuidos en el tiempo aleatoriamente, no hay mes ni día preferencial.
7. ¿Es cierto que tiembla más cuando hace calor?
Falso. Con los sismos no tiene nada que ver con la época del año ni el clima ni el sol.
8. ¿Cuánto duró el terremoto del 19 de septiembre de 2017?
Esta pregunta no tiene una respuesta definitiva.
Existen dos tipos de duración de un sismo: la percibida por el ser humano y la duración instrumental. Al respecto el Sismológico Nacional explica:
Los sismómetros son instrumentos altamente sensibles al movimiento del suelo, esto les permite detectar con suma precisión el instante mismo del inicio de un sismo, así como su terminación.
El ser humano a diferencia del sismómetro, no tiene una percepción tan desarrollada en este sentido, en general sólo es capaz de percibir la parte más intensa del movimiento provocado por un sismo. Esto quiere decir que si ponemos juntos a una persona y a un sismómetro a medir la duración de un sismo, la persona reportará un tiempo de movimiento bastante menor al que reportará el sismómetro, debido a que la persona sólo “siente” la parte más intensa del movimiento del suelo, mientras que el sismómetro percibe hasta el movimiento más insignificante que se da justamente cuando el sismo se inicia y cuando termina.
9. Réplicas de un sismo
Cuando ocurre un sismo de magnitud considerable, las rocas que se encuentran cerca de la zona de ruptura están sujetas a un reacomodo. Durante este proceso se genera una serie de sismos en esta zona conocidos como Réplicas, las cuales son de menor magnitud y pueden ocurrir minutos, días y hasta años después del evento principal. El número de estas réplicas puede variar desde unos cuantos sismos hasta cientos de eventos.
11. ¿Son adecuadas las formas de construcción en México?
Después del sismo de 1985 se revisó el reglamento de construcción en la CDMX. Ese reglamento actualmente es adecuado, y está considerado para los sismos que vienen de la costa, cuya magnitud es arriba de 8. Pero hay un rezago en el país en cuanto reglamentos de construcción.
Pero es muy importante hacer la diferencia entre un reglamento de construcción y la construcción misma.