Como un esfuerzo y un ejemplo de cooperación entre la sociedad civil organizada y el gobierno federal, surge el Patronato del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), esta asociación será un puente para vigorizar el quehacer de la institución que arriba a su 80 aniversario con una misión ineludible: fortalecer la concepción de una nación pluricultural, dijo su director general, el antropólogo Diego Prieto Hernández.
En el Alcázar del Castillo de Chapultepec, espacio emblemático del Museo Nacional de Historia, el titular del Instituto, junto con Altagracia Gómez Sierra, presidenta del Patronato del INAH A.C., y el director ejecutivo, el sociólogo Mario Núñez Mariel, anunciaron que entre las primeras acciones de esta sociedad estará la suma de voluntades y búsqueda de recursos para la conservación integral del Templo de la Serpiente Emplumada y la creación del Centro de Investigaciones Arqueológicas, ambos en Teotihuacán.
A través de un video, el arqueólogo Sergio Gómez Chávez y el restaurador Rogelio Rivero Chong abundaron sobre la problemática de este importante monumento, derivada de la concentración de humedad, siendo una de las consecuencias la disgregación de los materiales pétreos de los elementos que decoran su fachada. De ahí la necesidad de implementar estrategias de fondo para su preservación.
En palabras de Eduardo Matos Moctezuma, investigador emérito del INAH, “Teotihuacan es la gran ciudad del centro de México, incluso diría, de Mesoamérica, se desarrolló a lo largo de ocho siglos y llegó a contar con más de 20 km² y 120 mil habitantes, por eso representa un verdadero tesoro para la historia antigua de México. Ahí radica la importancia de este nuevo patronato, coadyuvar a la atención de nuestras zonas arqueológicas y monumentos coloniales, porque en ellos se materializa y encierra la historia de nuestro país”.
A su vez, Mario Núñez explicó que el citado Centro de Investigaciones Arqueológicas será un referente porque en él confluirán el uso de alta tecnología aplicada a esta disciplina y el diálogo con instituciones pares a nivel internacional. Se trata –dijo- de contar con un espacio que permita el avance de análisis de materiales derivados de proyectos tan importantes como el denominado “Tlalocan”, el cual se concentró en la exploración del túnel del Templo de la Serpiente Emplumada.
El antropólogo Diego Prieto, director general del INAH, dimensionó en unas cuantas cifras el reto que tiene por delante el patronato, pues uno de los objetivos es difundir aún más las tareas de un organismo que, por un lado, es de carácter normativo y, por el otro, un centro de investigaciones en estas materias, así como una institución educativa y divulgativa.
Las primeras acciones de esta sociedad se concentrarán en la restauración y trabajos de mantenimiento de la zona arqueológica de Teotihuacán, lo cual comprenderá, en un mediano plazo, los trabajos para la apertura del conjunto La Ventilla y la rehabilitación del Teatro al Aire Libre, que data del magno proyecto emprendido en el sitio por Manuel Gamio, hace un siglo.
Altagracia Gómez Sierra, presidenta del Patronato del INAH A.C., precisó que el proyecto técnico y de presupuesto para estas labores será dirigido y aprobado por la institución; mientras que la obtención de recursos privados —a través de donaciones y campañas masivas de recaudación— correrá a cargo de esta asociación civil, lo mismo que la promoción y difusión de la Zona Arqueológica de Teotihuacan, y la estricta vigilancia y transparencia de los recursos.
El patronato cuenta como asociados fundadores con los empresarios Sergio Autrey, Alejandro Burillo Azcárraga, Luis Enrique Gutiérrez Guajardo, Alfredo Zonana Ison y Altagracia Gómez Sierra; el arquitecto Francisco Javier Artaloitia, los embajadores Daniel Dultzin y Pedro González Rubio, la internacionalista Stephanie García Sabatier, la curadora del arte Germaine Gómez Haro, el periodista Epigmenio Ibarra, el sociólogo Mario Núñez Mariel, el ingeniero Miguel Yoldi Marín y la politóloga Aranzazú Zacarías Guevara.