El Día de Muertos se festeja principalmente el 1 y 2 de noviembre.
Sin embargo, el altar de muertos, elemento principal de esta tradición mexicana, se puede colocar desde el 28 de octubre.
Esta tradición se basa en la creencia de que las almas de los fallecidos regresan y nos reencontramos a través de los elementos que caracterizan estos días.
Las ofrendas o altares de muertos son sin duda el elemento más representativo de esta celebración, pues en ellos no sólo hay comida o bebida, sino el amor de quienes la colocan, para deleitar a sus seres queridos.
Aunque el Día de Muertos se celebra formalmente el 1 y 2 de noviembre, en muchos lugares del país, la ofrenda se coloca desde días antes, específicamente desde el 28 de octubre, pues este día se recuerda a los muertos que perdieron la vida de manera violenta; ya sea en un accidente o asesinados; incluso se conoce esta fecha como “día de los matados”.
Para el 31 de octubre en algunas regiones del país se cree que “llegan” las almas de los limbos, es decir, los niños que murieron sin ser bautizados.
La tradición sobre el día en que se coloca la ofrenda de muertos puede variar dependiendo de la zona.
El 31 de octubre en algunos sitios, es el día en que se recuerda a los muertos de los muertos, es decir a nuestros ancestros, bisabuelos, tatarabuelos, etc.
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