En México, la celebración del Día de Muertos se ha convertido en una fiesta en la que los principales invitados son aquellos que se adelantaron en el camino y que principalmente el 1 y 2 de noviembre se les recuerda con cariño y alegría.
La UNESCO, declaró en 2003 el Día de Muertos, como Patrimonio Oral e Inmaterial de la Humanidad.
La celebración consiste básicamente en recordar a los difuntos a través de la colocación de altares y ofrendas, las cuales llevan elementos como flores de cempasúchil, calaveritas de azúcar, pan de muerto, sal, agua, una cruz, y la comida preferida por el difunto, entre otros elementos.
Respecto a la imagen que se tiene en el extranjero de que los mexicanos son una sociedad necrófila, por ese culto que se le realiza a la muerte en estos días, lo cierto es que se le tiene respeto, pero no por ello se deja de jugar con ella y en nuestro lenguaje damos muestra de ello, con refranes y frases pícaras, que todo el tiempo usamos.
Algunas frases muy conocidas, son las siguientes:
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Muerto el perro, se acabó la rabia
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Sobre el muerto las coronas
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¡Asústame panteón!
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Los muertos al cajón y los vivos al fiestón
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El que por tragón se petatea, hasta el pan de muerto se lleva
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Caite cadaver
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Hay muertos que no hacen ruido y son mayores sus penas
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Al muerto y al consorte, a los tres días no hay quien los soporte
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No se puede cargar al muerto y cantar al alabado
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Sobre mi cadáver…
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Ya entregó el equipo
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Ya chupó faros
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Ya estiró la pata
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Uno propone, dios dispone, llega la muerte y todo lo descompone
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De muertos y tragones están llenos los panteones
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Más vale que digan: aquí corrió que aquí murió
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Los muertos se van cuando el olvido los sepulta
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Yerba mala nunca muere
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El que por su gusto muere hasta la muerte le sabe
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Después de ahogado el niño, tapan el pozo
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Cuando el tecolote canta, el indio muere
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Como dijo el payaso en su lecho de muerte… me voy, ¡no los entretengo más!
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Quiero morir en tu veneno…
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Mátenme porque me muero…
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De amor nadie se muere
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El muerto y el arrimado a los tres días apestan
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El muerto a la sepultura y el vivo a la travesura
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Matrimonio y mortaja, del cielo bajan
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Dónde se llora está el muerto
Lo que mata no es la muerte, si no la mala suerte