En la penúltima fecha del Ciclo de Conferencias Historias de Toluca, Gabriel Ezeta Moll destacó las cualidades de quien también fuera una heroína de la Independencia de México, durante la charla “Toluca de Leona Vicario 1832”.
Ezeta Moll, Notario Público desde hace 39 años, explicó que despertó su interés sobre María de la Soledad Leona Camilla Vicario, cuando se adentró a las biografías de Genaro García, Margarita García Luna y José Martínez Pichardo.
“Poco es el reconocimiento que se le tiene a Leona Vicario en su contribución a la Independencia de México, ella nació en la Ciudad de México en 1789 y murió en 1842 y la relación Leona Vicario con esta ciudad proviene de su familia materna, que era de Toluca”, señaló.
Nacida en la opulencia y en la riqueza máxima de la sociedad virreinal, los padres de Vicario mantenían buenas posiciones políticas, con la característica de que eran criollos y tomaban las riendas de lo que pasaba en el país.
“Los Guadalupes fue una sociedad secreta vinculada con personas relacionadas a la Independencia de México, por ello el estandarte de la Virgen de Guadalupe, y se decía que la gente más ilustrada dentro de la lucha, entre criollos y peninsulares, tenían determinadas estrategias y tácticas que se tomaron de los grupos de la Revolución francesa de los liberales y la masonería como las claves de la comunicación”, apuntó.
“Con la ejecución de Hidalgo, el movimiento sigue con Morelos con más ímpetu y recursos, pero de dónde provenían los fondos, era principalmente del caudal de Leona Vicario que en su momento fue la mujer más rica de México, ella no sólo hacía las comunicaciones, la correspondencia y las claves, sino también financiaba el dinero para traer gente de España que pudiera hacer armas, ella los contrató y se trasladó a Tlalpujahua para la fabricación de armamento y así fue como se sostiene el movimiento independentista hasta la caída de Morelos”, añadió.
Detalló que, en 1812, uno de los correos enviado fue interceptado y le fue confiscada la correspondencia, con lo que queda descubierta la participación de Leona en el movimiento; sin embargo, le dan pronto aviso y ella huye.
“En su huida, va a dar a Huixquilucan, población de la montaña totalmente desvinculada, y permanece ahí viviendo en jacales, pero está siendo perseguida y el tío la entrega al colegio “Belén”, con las monjas como su cárcel, donde estaba detenida e incomunicada, pero prepararon la fuga, la disfrazaron, le pintaron la cara de negro, y la sacaron de la Ciudad de México”, relató.
Posteriormente se reencontró con Andrés Quintana Roo, con quien se casó y tuvo a su hija Genoveva.
“Cuando se conocen, ella era la prometida del guanajuatense Octaviano Obregón, con quien tenía firmadas las capitulaciones matrimoniales, sin embargo, se enamora de Quintana Roo y se casan, en la etapa triunfal del movimiento, pero tienen que huir. Para 1817 ellos seguían huyendo y ella ya estaba embarazada, dio a luz en una cueva cercana a Tlacocuspan.
“Se dieron tratos para obtener el indulto y se le da por prisión la Ciudad de Toluca, que en ese momento era muy chiquita, lugar donde se reencuentra con gente que sirvió a su familia”, finalizó.
Al final de la ponencia la activa participación de las y los asistentes, la mayoría coincidió en que Toluca en algún momento debería ser “Toluca de Leona Vicario”.