A pesar de que en el ciberacoso no existe un vínculo directo entre víctima y victimario, los afectados presentan problemas sicológicos que repercuten en su vida diaria, afirmó la académica de la Facultad de Ciencias de la Conducta de la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEMex), Tania Morales Reynoso.
Los ciberacosadores asumen que las acciones que realizan no tienen repercusiones, se sienten protegidos por la pantalla y el anonimato, sostuvo al dictar la conferencia “Estereotipos de género a través de redes sociales”, en el marco del Panel “Vulnerabilidad e inclusión social”.
Para conocer los estereotipos que se marcan a través de redes sociales, el ciberacoso y la violencia, la universitaria realizó un estudio entre alumnos de nivel medio superior del Valle de Toluca, mediante el cual determinó que “los estudiantes que se involucran en estas prácticas son más violentos y tienen menos conciencia de lo que realizan”.
Consideró que “las tecnologías de la información y comunicación son parte de nuestra vida y la convivencia que tenemos con otras personas. A través de ellas mostramos conductas que tienen que ver con la manera en cómo nos relacionamos socialmente”.
En redes sociales, precisó Tania Morales Reynoso, una parte importante de las acosadoras se asume como tierna y dependiente de un varón, se arreglan demasiado y cuentan con muchas fotos de perfil.
Por otra parte, concluyó, los hombres muestran fuerza, valentía y agresividad. Sus publicaciones expresan violencia, a través de acciones como la tortura y la muerte; por ejemplo, comparten videos con violencia explícita o páginas que hacen apología del suicidio.