Porfirio Díaz Mori nació el 15 de septiembre de 1830 en la ciudad de Oaxaca.
Sus padres fueron José de la Cruz Díaz y Petrona Mori.
En 1833, cuando solo tenía tres años, Porfirio Díaz queda huérfano de su padre, quien murió por la epidemia de cólera que azotó la ciudad de Oaxaca.
En 1937, Porfirio Díaz ingresa a la escuela primaria. Años después, en 1841, se hizo aprendiz de carpintero a iniciativa de su madre.
En 1844 inició sus estudios de latín en el Seminario Conciliar de Oaxaca.
En 1846 se enrola en el Ejército para defender a México de la invasión norteamericana. Se alistó en los batallones Trujano y Constancia.
En 1850 ingresó al Instituto de Ciencias y Artes de Oaxaca para estudiar leyes; en abril de 1852 ingresó a la masonería.
En 1853, Díaz declaró su hostilidad al gobierno de Antonio López de Sanata Anna.
Félix Díaz, hermano de Porfirio Díaz, ingresó al Colegio Militar en 1854.
En 1856 Porfirio Díaz recibió el nombramiento de Capitán de la Compañía de Infantería de la Guardia Nacional del partido de Ixtlán, por órdenes del gobernador Benito Juárez.
En agosto de 1858, Díaz le escribe a Benito Juárez ratificando su adhesión a la causa liberal «ofreciendo a usted mi espada para la defensa de los sagrados derechos de nuestra patria».
En 1859, por sus méritos, fue ascendido a coronel de guardia y posteriormente a coronel de efectivo. Ese año en agosto murió su madre Petrona Mori.
Durante la Guerra de Reforma, Díaz combatió y obtuvo importantes éxitos para el bando liberal.
En agosto de 1861 fue ascendido a general de brigada, tras el triunfo obtenido en Jalatlaco.
Participó en la batalla del 5 de mayo de 1862, bajo las órdenes del general Ignacio Zaragoza contra las tropas invasoras del Ejército francés, comandado por el general Charles Ferdinand Latrille, conde de Lorencez.
Su posición es la defensa de un punto llamado La Ladrillera. Cuando el ejército francés se repliega, Díaz lo persigue a pesar de la orden contraria del General Zaragoza. En el parte de guerra correspondiente, el general Zaragoza hace mención especial de la bizarría con que luchó el ciudadano general Díaz, quien contuvo al enemigo, que se vio obligado a replegarse.
El 24 de mayo, Benito Juárez le ofrece la secretaría de Guerra o el puesto de general en jefe del Ejército republicano, la cual rechaza argumentando su juventud. El presidente Juárez lo reconoce permitiéndole formar sus tropas a su entero parecer.
Ese año, en noviembre, es nombrado general de división.
Con el respaldo de los conservadores y adversarios de Juárez, en 1864 llegaron Maximilano de Habsburgo y Carlota, para convertirse en emperadores de México.
El general Manuel López Uraga, antiguo amigo de Porfirio Díaz, le escribe una carta en la cual le expone los motivos por los cuales se ha unido al gobierno imperial de Maximiliano de Habsburgo y lo invita a seguir el mismo camino. Díaz se negó, peleó por la causa liberal y fue encarcelado en Puebla, de donde logró escapar.
En 1867, Díaz rechaza una invitación de Maximiliano para unirse al Imperio y continúa su lucha por la causa liberal. Ese año logra sitiar y entrar a la Ciudad de México, de la cual se hace cargo mientras regresa el presidente Juárez.
En febrero de 1868 regresa a Oaxaca, donde es recibido como héroe nacional y recibe la Hacienda de La Noria como premio a sus servicios a la patria.
En 1871 se hace candidato a la Presidencia y participa en las elecciones, las cuales ganó Benito Juárez en el Congreso.
El 8 de noviembre Díaz se rebela contra el gobierno de Juárez a través del Plan de La Noria, en el que demandaba que «ningún ciudadano se imponga y perpetúe en el poder y esta será la última revolución».
Díaz comienza una revolución contra el gobierno de Juárez, debido a lo cual se autoexilia en Estados Unidos tras el fracaso de su campaña militar.
El 18 de julio de 1872 muere Benito Juárez, tras lo cual el presidente Sebastián Lerdo de Tejada publica una amnistía a los porfiristas.
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En 1875, Lerdo de Tejada anuncia que se presentará en las elecciones de 1876, lo que hizo que Díaz se levantara nuevamente en armas y proclamara el Plant de Tuxtepec, la que fue la última guerra del siglo XIX en México.
Pese a varias derrotas, Díaz consiguió convertirse en presidente en 1877. Durante su primer gobierno logró pagar la deuda externa de México a Estados Unidos, la pacificación del país e impulsar el comercio.
En 1880 Manuel González asumió la presidencia de México, después del gobierno de Díaz, quien regresó al poder y se mantuvo en él hasta 1911.
Desde el 1 de diciembre de 1884 y hasta 1911, Porfirio Díaz se mantuvo en la Presidencia. Basó su gobierno en el positivismo que promulgaba ante todo el orden, la paz y el progreso..
Durante su gobierno, Díaz dio impulso a la modernización, la cultura y la ciencia. Impulsó la construcción de ferrocarriles, al desarrollo de la industria, dio facilidades a inversionistas extranjeros.
Entre las obras más importantes que dejó el gobierno de Porfirio Díaz se encuentran el Ángel de la Independencia, el Palacio Postal, el Palacio de Bellas Artes, el palacio de Comunicaciones y Obras Públicas, actual sede del Museo Nacional de Arte, el Edificio Boker, el Teatro Juárez en Guanajuato, el Templo Expiatorio de Guadalajara, entre muchas otras construcciones emblemáticas en México.
Sin embargo, hubo grandes desigualdades sociales, lo que provocó el descontento y a la postré el levantamiento armado que acabó con su gobierno.
Francisco I. Madero promulgó el plan de San Luis para levantarse en armas contra el gobierno de Díaz el 20 de noviembre de 1910, con lo que dio inicio la lucha de la Revolución Mexicana. Esto debido a que Díaz había asegurado que no competiría en las elecciones presidenciales, sin embargo, el general volvió a reelegirse.
Tras varios meses de lucha y la derrota de las tropas de Díaz en Juárez, el general decidió renunciar a la Presidencia, a través de esta carta:
A los CC. Secretarios de la H. Cámara de Diputados.
Presente.-
El Pueblo mexicano, ese pueblo que tan generosamente me ha colmado de honores, que me proclamó su caudillo durante la guerra de Intervención, que me secundó patrióticamente en todas las obras emprendidas para impulsar la industria y el comercio de la República, ese pueblo, señores diputados, se ha insurreccionado en bandas milenarias armadas, manifestando que mi presencia en el ejercicio del Supremo Poder Ejecutivo, es causa de su insurrección.
No conozco hecho alguno imputable a mí que motivara ese fenómeno social; pero permitiendo, sin conceder, que pueda ser culpable inconsciente, esa posibilidad hace de mi persona la menos a propósito para raciocinar y decir sobre mi propia culpabilidad.
En tal concepto, respetando, como siempre he respetado la voluntad del pueblo, y de conformidad con el artículo 82 de la Constitución Federal vengo ante la Suprema Representación de la Nación a dimitir sin reserva el encargo de Presidente Constitucional de la República, con que me honró el pueblo nacional; y lo hago con tanta más razón, cuanto que para retenerlo sería necesario seguir derramando sangre mexicana, abatiendo el crédito de la Nación, derrochando sus riquezas, segando sus fuentes y exponiendo su política a conflictos internacionales.
Espero, señores diputados, que calmadas las pasiones que acompañan a toda revolución, un estudio más concienzudo y comprobado haga surgir en la conciencia nacional, un juicio correcto que me permita morir, llevando en el fondo de mi alma una justa correspondencia de la estimación que en toda mi vida he consagrado y consagraré a mis compatriotas. Con todo respeto.
México, Mayo 25 de 1911.
Porfirio Díaz.
Porfirio Díaz murió a las 18:32 horas del 2 de julio de 1915. Se encuentra enterrado en el cementerio de Montparnasse, en París.
Con información del Instituto Nacional de Estudios Históricos de las Revoluciones de México