El Estado de México guarda impactantes historias de terror que han pasado de generación a generación.
Ante esto, UN1ÓN Edomex te deja tres historias que te pondrán la piel chinita.
1.- Este relato tuvo lugar en Ciudad Satélite en el Estado de México y fue narrado por un taxista cuando realizaba un servicio.
Dicho personaje indica que este macabro episodio tuvo lugar a las 23:00 horas, después de dejar a una persona en esta zona que se ubica en Naucalpan y para regresar pronto decidió tomar un atajo.
En su ‘atajó’ pasó frente a una clínica del Seguro Social donde una enfermera le hizo la parada.
El taxista relata que la mujer de manera nerviosa, le indicó que la llevará al metro más cercano, la estación próxima era Cuatro Caminos
El chofer no era muy asiduo a la plática así que no le preguntó nada a la enfermera, el servicio hasta el momento era normal.
Sin embargo, al pasar por unos conocidos puentes viales, la mujer abrió la puerta y se arrojó del auto en movimiento.
Ante el evento terrorífico, el conductor se detuvo, pero al momento un auto lo golpeó en la parte trasera y al bajarse para ver lo sucedido, le comenta que su pasajera se había aventado.
En ese momento el automovilista que le pego le dice que vio como se abrió la puerta pero nadie se salió de ella.
2.- Esta leyenda sucedió en una peña que se encuentra en el camino a Tlamacas en Amecameca, donde según se aparece el demonio.
“Se dice que hasta ahí llegó un hombre pobre llamado Juan Ruiz y que hizo un pacto con el demonio firmándolo con su propia sangre. Después de este hecho, se dice que lo visitaba en su casa un hombre muy elegante y que se escuchaba como si descargara dinero”, narran en el sitio web.
De la noche a la mañana Juan Ruiz se hizo rico hasta ahí las cosas pintaban de maravilla.
Pasó un largo tiempo y el rico del poblado se empezó a comportar de una manera muy extraña e inquietante.
Sus familiares preocupados, le preguntaba qué sucedía pero él nunca daba una respuesta concreta hasta que por fin confesé el maldito pacto que había hecho con el diablo para volverse rico.
Les contó que pagaría con su alma el trato pero eso no era todo sino que parte de su familia entraba en ese pacto.
Después de eso Juan Ruiz huyó al monte. Sus familiares y vecinos se lanzaron en su búsqueda, armados de ceras, palmas y agua bendita.
Si quieres saber el final de la historia pulse aquí.
3.– Existía una hermosa joven mazahua de Temascaltepec, que se enamoró de un hombre blanco con quien planeaba casarse esto sucedió en las cascadas de Valle de Bravo.
El joven tenía una amiga de la infancia quien vivía enamorada de él, así que sentía celos por la joven muchacha.
La noche previa a la boda esta mujer le dio a beber al joven una pócima que lo adormeció y aprovechando su inconciencia se metió a la cama con él.
Al día siguiente el novio no aparecía en la iglesia y la bella joven preocupada fue a buscarlo, y cual sería su sorpresa encontrándolo aún en los brazos de la otra mujer.
Desilusionada corrió a las afueras de pueblo llegando a la cascada de Tenantongo(Avándaro) y se tiró al vacío, sin embargo su velo se atoró en una rocosidad, por lo que sufrió una trágica muerte.
Horas después, el novio llegó al lugar y al ver a su amada sintió morir.
Al retirar el velo atorado de la roca, se desprendieron unas más y provocaron que se anchara el cauce del agua formando una apariencia de tul.
El novio en desgracia lloró y rezó desde lo alto de la cascada pero en un momento de culpa, se arrancó el corazón y lo lanzó al vacío, al caer se convirtió en una roca, y la sangre que brotaba del cuerpo formó un pequeño salto de agua.
