Con el apoyo del INAH, el ayuntamiento de Cuautitlán Izcalli logró la inscripción de tres parroquias en el Registro Público de Monumentos, que se suman al Templo de San Francisco de Asís y a La Troje, en el reconocimiento nacional que da identidad a la región.
De acuerdo con lo externado por autoridades del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), éste es el único municipio del Estado de México que ha registrado el importante patrimonio cultural que posee.
Añadió que con ello se le otorga la relevancia que tiene para la población de esa demarcación y, también, para los mexicanos pues se trata de inmuebles que representan historia para toda la nación.
Ingresar al Registro Público de Monumentos, ofrece un “sentido de pertenencia”, que debe arraigarse al paso del tiempo, y que es también uno de los objetivos de ciudadanos y autoridades izcallenses.
Preservar los monumentos históricos y sus entornos es fortalecer la identidad nacional y conservar la memoria colectiva, destacó Juana Gómez Badillo, subdirectora de Apoyo a la Inscripción, de la Coordinación Nacional de Monumentos Históricos del INAH.
INAH entregó a las autoridades de Cuautitlán Izcalli las constancias de inscripción al Registro Público de Monumentos y Zonas Arqueológicas e Históricos, de las parroquias: Santa Bárbara Virgen y Mártir, San Martín Obispo y San Sebastián Mártir.
Destacó la participación del gobierno municipal y de las respectivas comunidades de los 13 pueblos que conforman la demarcación en la responsabilidad y esfuerzo por preservar su patrimonio histórico, artístico y cultural, ya que los inmuebles deben acompañar a la sociedad a través de los siglos.
En Cuautitlán Izcalli existen 33 construcciones históricas detectadas, de las que ya se realiza la respectiva ficha para su catalogación y registro ante el INAH. Las fichas mencionadas se suman a las del templo San Francisco de Asís, en Tepojaco y La Troje, en el Parque de las Esculturas.
El templo de Santa Bárbara Virgen y Mártir data del siglo XVII, está ubicado en el pueblo de Santa Bárbara Tlacatecpan. Es una construcción de estilo barroco con elementos arquitectónicos, escultóricos y pictóricos característicos de este importante estilo de arte. Dentro del inmueble se encuentran los retablos dedicados a la Virgen y a la vida de San Ignacio de Loyola.
Por su parte, el templo de San Martín Obispo fue construido en el siglo XVI y está ubicado en el pueblo de Tepetlixpan, poblado que se remite a la época prehispánica, en tanto que el tempo de San Sebastián Mártir data del siglo XVI y se ubica en el poblado de San Sebastián Xhala.
Juana Gómez agregó que los monumentos hablan de la identidad de cada región. Cada construcción corresponde a la historia y tradición del lugar por lo que la población debe cuidarlos con la asesoría de especialistas del INAH para su mejor consideración.
Cabe destacar que el primer paso para que un inmueble sea considerado en posibilidad de estar inscrito en el Registro Público de Monumentos, es que su construcción sea anterior al Siglo XIX.
Uno de los principales objetivos al ingresar en este Registro Público de Monumentos es dar certeza jurídica al Patrimonio Cultural que existe en nuestro país.
Gómez Badillo expuso que es de la mayor importancia dar a conocer a la gente, “en este caso particularmente a los izcallenses, que la responsabilidad de cuidar estos inmuebles es de todos; cada uno de los habitantes debe sentirse orgulloso de este patrimonio, debe darse a la tarea de cuidarlo, de promoverlo y de aprender mucho enalteciendo lo que existe en su territorio”.
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Con información de Notimex