Una de las historias que guarda el Museo de Antropología e Historia es el robo que sufrió la navidad de 1985, tres meses después de los trágicos acontecimientos del 19 de septiembre.
El Universal relata en unas de sus notas relatan que la madrugada del 25 diciembre los mexiquenses Carlos Perches Treviño y Ramón Sardina García brincaron la cerca del museo, cruzaron el jardín, entraron a la Sala Maya a través de los ductos de aire acondicionado y entre la 01:00 a las 04:00 horas se apoderaron de 140 piezas de las colecciones Maya, Mexica y de Oaxaca.
Después del hurto tomaron la misma ruta y abordaron un Volkswagen sobre Paseo de la Reforma y se dirigieron a la casa paterna de Perches que se ubicaba en ese entonces en la colonia Jardines de San Mateo en Lomas Verdes en el Estado de México.
Se destaca que las piezas que fueron hurtadas permanecieron en el closet de una recamara durante aproximadamente cuatro años.
Entre las piezas más importantes estaban la máscara zapoteca del dios murciélago, la vasija azteca de obsidiana con forma de mono, casi la totalidad de la ofrenda de la tumba del rey Pakal procedente del Templo de las inscripciones de Palenque, y el pectoral de Yanhuitlán con forma de escudo con flechas y cascabelas.
Dicha historia viene al caso porque el actor mexicano Gael García Bernal encarnar a uno de los ladrones.
Desde hace siete semanas y media, García Bernal habita en la piel de “Juan Núñez”, personaje inspirado en Carlos Perches Treviño.
Su trabajo forma parte de “Museo”, largometraje del director Alonso Ruizpalacios y cuyo rodaje se desarrolla en el Foro 7 de los Estudios Churubusco de esta ciudad, así como en locaciones de Ciudad Satélite, del puerto de Acapulco, Guerrero, y Palenque, Chiapas.
“Es un personaje que tiene mucha complejidad debido a que persiste la duda de por qué ambos cometieron el robo. En aquel entonces, se asumió que se trataba de una banda de ladrones profesionales vinculados con robos a diversos museos del mundo”, comentó Gael García.
Lo que menos esperaban las autoridades mexicanas, dijo, es que se trataba de dos chicos de clase acomodada que habitaban en Ciudad Satélite en el Estado de México.
El actor explicó que Ruizpalacios tomó la vieja anécdota para construir la historia, pero en algún momento se tornará a otra versión en aras de que no parezca documental, sino una película de ficción que pueda lograr impacto en otras regiones del mundo y no sólo a nivel local.
“Debido a que se hizo una investigación acerca del caso y se halló mucha información al respecto, no hubo necesidad de hacer un acercamiento con las personas que estuvieron ahí”, indicó García, quien el pasado domingo filmó una de las escenas cruciales acompañado de decenas de adolescentes que fungieron de extras con uniforme de secundaria pública.
“Siento que eran dos chavos inocentes que se metieron en un mundo muy profesional de la criminalidad. No me atrevería a decir qué fue lo que motivó a que lo hicieran”, añadió, además de señalar que en su momento escritores como Carlos Monsiváis y Gabriel García Márquez consideraron que se trataba de tan sólo dos adoradores de piezas arqueológicas porque las guardaron durante mucho tiempo.
“Monsiváis decía que luego del robo, el museo fue visitado muchísimo más. La gente iba para ver las vitrinas vacías, lo cual tiene que ver con aquello que dicen: ‘no sabes lo que tienes hasta que lo pierdes’. A raíz de esta película veo al museo con otros ojos, me da una emoción distinta, sobre todo a esta edad que le enseño a mis hijos y que me ha tocado estar en diferentes partes del mundo”, señaló el actor durante una pausa del rodaje.
Aquí la historia completa del robo del museo
Con información de Notimex