Entre amigos se comenta que un buen borracho puede destapar una botella de cerveza con casi cualquier cosa.
Ejemplos sobran: la hebilla del cinturón, la esquina de una mesa, con un cuchillo, con el celular, con otra botella, los más ‘salvajes’ incluso hasta con los propios dientes, pero ¿con la llanta de una moto?
Aquí sí aplica aquella frase que dice: “Si no lo veo, no lo creo”.
De entrada el sólo imaginarlo ya es complicado, pero a ello, súmenle que se trata de un gran trabajo en equipo que requiere un motociclista, lo suficientemente hábil que pueda controlar a su caballo de acero al momento de la maniobra y con la velocidad exacta.
Un par de chicos australianos ponen muy alto el reto, pero ahí está el video para quien quiera intentarlo.
Video tomado del sitio Daily Mail